Como habéis podido imaginar, quien eligió Hawái como destino para las vacaciones fue la mujer, y no por casualidad. El yate se encuentra fondeado exactamente en el punto en el que se cree que fue hundido el galeón español, en la playa Punaluʻu.
La pareja pasa los días buceando, tratando de encontrar el Buenaventura. ¡Y lo consiguen! Les sorprende su buen estado de conservación, mejor de lo que esperaban. Logran acceder al interior del buque por la zona de proa, a través de un hueco en el casco. Quieren llegar al camarote del capitán, ubicado en la popa, así que se tienen que abrir paso a través de las distintas estancias del buque. Sólo les quedan 5 minutos de oxígeno.
